UC - Críticas
| País: Reino Unido. |
Interpretación: Michael Fassbender (Brandon), Carey Mulligan (Sissy), James Badge Dale (David), Nicole Beharie (Marianne), Hannah Ware. Guion: Steve McQueen y Abi Morgan. |
CARNE TRÉMULA
"Shame" es una asfixiante y contundente película dramática no apta para todos los públicos (por tratar temas tabú como la adicción al sexo y el incesto), pero de alto nivel cinematográfico y que se ha convertido en un clásico contemporáneo instantáneo. Pasiones extremas entre dos personas al borde del abismo emocional que lo afrontan de maneras distintas: la hermana desde la auto-destrucción y el hermano desde la bulimia sexual. Pese a contener escenas de sexo explícito y ser la adicción del protagonista por la carne el eje central de la trama, no busca ser una película morbosa e incluso el sexo que se muestra en pantalla a menudo provoca el efecto contrario debido a la desesperación y pesimismo que se desprende de sus imágenes.
En “Shame” conoceremos a Brandon, un hombre de treinta y tantos años que vive en un confortable apartamento en Nueva York y es adicto al sexo. Pero el ritmo metódico y ordenado de su vida se ve alterado por la imprevista llegada de su hermana Sissy, una chica rebelde y problemática. Su presencia explosiva llevará a Brandon a perder el control sobre su propio mundo.
"Shame" es una película de autor que nos descubre y afianza a su director Steve McQueen como personaje a seguir en sus próximos proyectos al conseguir trasladar el difícil texto que tenía entre manos en una arrebatadora, fascinante y cruel reflexión sobre el mundo de las adicciones (sexuales, emocionales y de cualquier otro tipo) y de las relaciones humanas en una sociedad actual en proceso de deshumanización. Y McQueen nos lo presenta todo bajo un envoltorio de decadente belleza plástica y una puesta en escena casi minimalista, pero terriblemente efectiva y cercana. Tan sólo se le podría poner un pero cuando en el tercer acto y en los momentos de mayor dramatismo, se excede en la reiteración de su discurso de forma innecesaria, recreándose en exceso en sus imágenes (lo que repercute en su metraje), sin acabar de cerrar por completo y herméticamente el relato que nos propone.
El film, además cuenta con la ayuda de la excelsa fotografía de Sean Bobbitt y de la acertada banda sonora de Harry Escott (utilizada con cuenta gotas, pero en los momentos precisos, y que además incluye una escena intensísima con la versión del standard "New York, New, York" en boca de una brillante Carey Mulligan). "Shame" también nos confirma el talento de su actor protagonista Michael Fassbender, injustamente apartado de las nominaciones a los Oscars de este año, que realiza una interpretación soberbia y perfecta de ese personaje atormentado cuya adicción sexual le aisla de su parte emocional a raíz del sentimiento de culpa que le produce la relación prohibida con su hermana. "Shame" es una película provocadora, punzante, sobrecogedora y llena de amargura sobre las carencias y vacíos del ser humano que debe inventarse máscaras y disfraces para sobrevirir a la hostilidad de un mundo que ya no le ofrece cobijo.
